
Decir a Dios aceptando a las
personas, las situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se den,
incluidas decisiones y acciones del pasado, lo “malo”, así como lo “bueno”.
Implica saber renunciar no aferrándonos a aquello que la razón nos dice es, en
nuestras circunstancias, imposible o muy costoso de lograr. Si dejamos de luchar
y de resistirnos a lo inevitable, viviremos plenamente el presente,
permaneciendo abiertos a todas las opciones sin aferrarnos rígidamente a ninguna
de ellas. Esto estimula la capacidad de dar respuestas creativas a la
existencia, tal como es en el aquí y en el ahora.
¿Cómo saber cuándo es bueno luchar y cuándo decir adios? Una conocida oración, de San Francisco de Asís, “Dame
serenidad Señor, para aceptar las cosas que yo no puedo cambiar”, serenidad para
aceptar, pero también dame valor, para poder cambiar las que puedo , y dame la
sabiduría que hace falta para saber la diferencia. En
ella, se pide a Dios fortaleza para aceptar lo que al cambio se
resista, fortaleza para transformar lo modificable y sabiduría para reconocer la
diferencia."
Muchas veces, muchas personas desperdician la mayor parte de su vida
lamentándose de lo que pudo haber sido y no fue, viviendo en la nostalgia y la
melancolía, viviendo en el pasado. Apegados a un recuerdo, un incidente que nos
causó dolor o idealizando una vida pasada o una persona en nuestra vida, que en
realidad no fue tan maravillosa como tu ahora la añoras.
La negación en muchas ocasiones de querer seguir perpetuando una relación de
pareja a veces hasta de maltrato conyugal que tratas de engañarte de que fue
maravillosa, cuando en realidad no lo fue y tienes profundas heridas que todavía
sangran en tu alma y te niegas a soltar.
Es como si viviéramos dentro de un bloque que detiene nuestro progreso
espiritual y nuestra psiquis. Es un dolor latente, que vive ahí dentro y nos
afecta nuestras decisiones presentes que luego afectaran nuestro futuro en una
cadena de infelicidad.
Pero que maravilloso es que podemos liberarnos de esos lastres y trabajar
para nuestra felicidad para sentirnos plenos, vitales, felices.
Cómo?
Cambiando nuestra actitud y la forma en que vemos las cosas que nos rodean y
las que nos suceden, escogiendo cómo nos vamos a sentir o reaccionar frente a
los eventos, personas etc.
Si enmarcamos esta historia y la integramos a la fe, sabemos que todo sucede
por algo, que existe un orden divino y que se manifiesta de maneras que en el
momento no podemos entender, pero que luego a la larga si lo hacemos.
De hecho, los psicólogos establecen 5 etapas que atraviesa el ser humano ante
la pérdida en el proceso de aceptación.
“En este sentido el duelo no solo se presentaría frente a la
muerte de un ser querido, sino también con relación a situaciones que impliquen
la evidencia para el sujeto de una falta, o de algo que ha de dejar atrás y que
no volverá a recuperar, pero que deja siempre un recuerdo”. .” Esta definición
corresponde a lo que hoy conocemos como duelo normal, sin embargo existe una
forma particular de vivir el duelo que S. Freud llamó melancolía, en este caso
el deudo se siente empobrecido y la pérdida es experimentada en el propio Yo.
Identificate y sal del circulo para que cierre, mientras estaras dentro dando vueltas
1- negación, – es una etapa de shock, en la que negamos lo que estamos
viviendo, no lo aceptamos. Fase de embotamiento de la sensibilidad.
“Comienza cuando se muere el familiar y se prolonga desde algunas horas
hasta una semana. Los deudos se sienten aturdidos e incapaces de aceptar la
realidad. Suelen continuar con sus actividades cotidianas en forma casi
automática, como si,” la muerte no fuera una realidad, como si fuera un sueño.
En esta etapa aparecen episodios de rabia y dolor muy intensos.”
2- ira, – es como una rabia contra el mundo, una pelea con lo divino con
la persona que provoca el dolor. “La persona sabe racionalmente
que su ser querido ha muerto, experimenta un fuerte impulso a tratar de
encontrarlo y a la vez de olvidarlo. En esta fase, entonces, se mezclan el
dolor, la rabia, la búsqueda inquieta y la ingratitud hacia quienes brindan
ayuda. Todos estos sentimientos expresan la imperiosa necesidad de encontrar y
recuperar a la persona perdida.”
3- negociación, – empezamos a reflexionar en medio del dolor y confusión
nos reconciliamos con Dios, buscamos vías alternas al dolor en protección del
ser, para hacerlo más tolerable.
4- depresión – la melancolía, la depresión, tristeza y desesperanza que
no hay alternativa que la misma realidad de la perdida, a veces irreversible.
Fase de desorganización y desesperanza.
“Algún tiempo después de la pérdida, al imponerse la noción de la
realidad, se intensifican los sentimientos de desesperanza y soledad, la persona
acepta finalmente la muerte y cae inevitablemente en una etapa de depresión y
apatía.”
5- aceptación. Ya aquí hay una liberación de culpa, de dolor y de
perdón aquí finalmente aceptamos y nos liberamos dolor. Esta última
fase se inicia aproximadamente luego de un año de ocurrida la pérdida. El deudo
se encuentra en condición de aceptar la nueva situación y es capaz de
redefinirse a sí mismo y al nuevo contexto, el cual no incluye a la persona
perdida. Esta redefinición de sí mismo es tan penosa como determinante, ya que
significa renunciar definitivamente a toda esperanza de recuperar a la persona
perdida y volver a la situación previa. Hasta que no se logra esta nueva
definición, no pueden hacerse planes a futuro.
Ahora es un momento de reflexionar:
1- Que es lo que en este momento no te permite seguir adelante y ser feliz.
Donde te encuentras estancado, que emoción, situación todavía arrastras de tu
pasado, de tu niñez, de tu adolescencia, de tu vida actual.
2- En que etapa te encuentras de las 5 que mencionamos?
3- Que tiempo llevas en esa etapa?
4- Cuáles son tus expectativas? Que te pidan perdón, saber pq te hicieron tal
o cual cosa que no merecías, que la persona vuelva a ti y reconciliarte,
reivindicarte, que esperas que suceda y no pasa?
5- Que es lo que te está impidiendo avanzar, y dejar atrás el pasado?
6- Trabajaste con el dolor?
7- Que es lo que debes perdonar y perdonarte?
8- Que es lo que vas a aceptar hoy y de lo que te vas a liberar. En este día
para siempre.
Ahora es el mejor momento de decir aDios!
Todo está en la manera que decidas ver las cosas, que seas generoso contigo y
con los demás. Que alguien no desee continuar con la relación contigo, no nec.
Es tu culpa ni te deroga, simplemente la vida te está regalando una nueva
oportunidad de vivir una experiencia nueva. Aprovéchala la vida te sucede ahora
y es lo que te pasa por el lado mientras tu pierdes el tiempo envenándote de
coraje y resentimiento y dolor, atrévete a ser feliz, es tu responsabilidad
indelegable, compromete con tu felicidad y plenitud, hoy!!!
*LA FELICIDAD ES SIN ESPECIFICACION DE DONDE Y CUANDO SIMPLEMENTE ES AQUI Y AHORA*
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